Paseo urbano (diurno y nocturno) con perspectiva de género

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¡Estamos en marcha! La fase participativa de #GeneraBarri arrancó el jueves 11 de mayo con un paseo urbano con perspectiva de género por los barrios de Favara, Hort de Senabre y La Creu Coberta que congregó a multitud de personas del vecindario, representantes de asociaciones del entorno, colectivos de diversidad funcional y auditiva y representantes de entidades públicas locales. El propósito fue redescubrir el entorno desde diversidad de miradas y experiencias, estableciendo relaciones con los roles de género que desempeñamos.

En el paseo, que se desglosó en un doble itinerario, las personas participantes utilizaron adhesivos QR para dejar una impronta en sentido positivo o negativo en distintos espacios del recorrido.

El primer itinerario recorrió los barrios de L’Hort de Senabre y La Creu Coberta, y el segundo, el de Favara. Cada trayecto se articuló alrededor de las infraestructuras de lo cotidiano: por un lado, los equipamientos de barrio, aquellos lugares que generan desplazamientos diarios y acogen las relaciones sociales del día a día (el colegio, el mercado, el parque, el centro de salud); y por otro, las calles y plazas que los comunican y articulan. Unos y otros forman parte del paisaje cotidiano y condicionan la calidad de vida de quienes viven el barrio.

 

El recorrido por Senabre y Creu Coberta incluyó paradas en el Parque Hort de Senabre, el Mercado Virgen de la Valvanera, el colegio público José Soto Micó o la Plaza Segovia, entre otros. De la mano de las personas asistentes, el trayecto permitió dialogar sobre temas diversos: el parque como espacio verde ganado para la ciudadanía, los diferentes perfiles de personas que viven el espacio público según la hora del día, con quién lo comparten y se relacionan, quién frecuenta el mercado y las particularidades de su ubicación, las restricciones a la accesibilidad física de personas con movilidad reducida (sillas de ruedas, andadores, carritos) en sus desplazamientos cotidianos, los contrastes respecto a la intensidad de viandantes debido al cese de actividad comercial en algunas zonas según la franja horaria, cómo se produce el acceso a los colegios, etc.

El recorrido por Favara incluyó paradas en la calle Santander, la subestación eléctrica de Patraix o el área de consultas externas del Hospital Doctor Peset. El recorrido permitió dialogar sobre las cuestiones anteriores y abordar también otros aspectos como la identidad y el sentimiento de pertenencia a un entorno, la autogestión de solares para uso vecinal o la desproporción del espacio destinado a vehículos (incluyendo la ocupación de solares para aparcamiento) respecto al espacio para viandantes, que conviven en un entorno con grandes infraestructuras de entidad local y metropolitana.

El paseo diurno se complementó con un paseo nocturno para jóvenes y adolescentes el viernes 12 de mayo, dentro de las actividades dirigidas a un público específico. En él se reflexionó sobre los factores espaciales, físicos, subjetivos, etc. que condicionan nuestra percepción o utilización de ciertos lugares en función de si los recorremos por la noche o por el día.

Estas experiencias ponen de manifiesto que el paseo colectivo es una herramienta que permite, de forma lúdica y participativa, valorar la calidad del espacio público y detectar los principales conflictos (y retos de mejora) del entorno urbano cotidiano. Para ello es imprescindible adoptar una perspectiva inclusiva, es decir, valorar la vivencia que la diversidad de personas usuarias del espacio público tienen de un mismo lugar. De este modo se podrán establecer las bases de un diseño urbano que contemple las necesidades de todas las personas, y su experiencia vital en el uso y disfrute de la ciudad y sus servicios.