Taller Escenarios de Futuro

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¿Por qué al aplicar la perspectiva de género al urbanismo ponemos el foco en la mujer y los roles que socialmente le son asignados? Las conclusiones de los anteriores talleres sobre movilidad y espacio público, así como los resultados provisionales de las encuestas realizadas, ponen de manifiesto que hombres y mujeres tienen experiencias diferenciadas según su condición vital y los roles que asumen en su día a día en la ciudad. Además, las mujeres continúan siendo las que acaparan mayoritariamente las responsabilidades del cuidado y gestión de la vida cotidiana, lo que se traduce en patrones de movilidad específicos (más desplazamientos de proximidad, a pie o en transporte público) y un uso más intensivo y diverso del espacio y los servicios públicos (más variedad de trayectos y destinos). Promover la voz de las mujeres y aprovechar su conocimiento del barrio para debatir mejoras urbanas integrales resulta por tanto necesario, además de contribuir a su empoderamiento como agentes transformadoras de su entorno.

Con esta reflexión de partida, el pasado 15 de junio se celebró en el Centro Social Senabre el taller Escenarios de Futuro, la última actividad del ciclo de sesiones públicas de la fase participativa de #GeneraBarri. Junto a nuevas asistentes y participantes de anteriores talleres, se contó con mujeres representantes de instituciones y entidades locales que ayudaron a cuestionar el uso equitativo de la ciudad desde campos relacionados con la asistencia y la acción social, relacionando el factor del género con otros como la realidad socioeconómica o urbana, la diversidad funcional y la diversidad cognitiva. Entre ellas, representantes del Centro Municipal de la Orientación e Información a la Mujer CMIO, el Centro Municipal de Servicios Sociales de San Marcelino y las organizaciones Plena Inclusión CV, Asociación de Mujeres con Discapacidad Xarxa y Cermi CV.

El taller se desarrolló con una dinámica de mesas de debate sobre temas evidenciados en el proceso participativo como fuentes de conflicto o valor, y su relación con la perspectiva de género y la vida diaria en el barrio. Entre ellos, los solares y edificios abandonados, la excesiva presencia del coche en el espacio público, el comercio de proximidad, la movilidad a pie, en transporte público y en bici, la red de equipamientos y la limpieza y mantenimiento del espacio público.  

La presencia de solares y espacios infrautilizados es uno de los temas preocupantes, que es percibido como una oportunidad desaprovechada de implantar usos públicos en el barrio. Estos entornos abandonados y en desuso provocan un gran impacto en la vida cotidiana generando situaciones de insalubridad e inseguridad (especialmente de noche), y un estado precario de aceras y rebajes que ocasiona que algunas personas prefieran evitarlos condicionando así sus recorridos por el barrio. Se evidencia que esta problemática afecta más a las mujeres por su uso más intensivo de las aceras y porque la percepción de inseguridad suele influir en sus trayectos.

 

 

La excesiva presencia del coche en el barrio se distinguió como un problema generalizado, ocasionado por la existencia del Hospital y otros equipamientos de escala local y la tipología residencial sin garajes predominante. Esta situación degrada el paisaje urbano y ocasiona conflictos con viandantes en cruces y aceras, afectando muy directamente a las mujeres por desplazarse mayoritariamente a pie. Se debatieron alternativas como aumentar la concienciación sobre el uso del transporte público y la frecuencia de servicios y la ubicación de aparcamientos públicos en los accesos a la ciudad.

En cuanto a la alta presencia de comercio local en el barrio, las mujeres se reconocen como usuarias mayoritarias y lo valoran muy positivamente porque promueve las relaciones vecinales y minimiza desplazamientos. Esta proximidad facilita que las gestiones cotidianas puedan realizarse con mayor autonomía y además permite un ahorro de tiempo.

Sobre los equipamientos públicos, si bien se valora que “en el barrio hay de todo”, se detecta una carencia de bibliotecas y servicios culturales parcialmente atenuada por la presencia de La Rambleta. También se reseña la falta de equipamientos deportivos y la necesidad de un nuevo instituto, que ha motivado reivindicaciones continuadas en el barrio. Como posibles alternativas, se valoraró positivamente la utilización de las pistas deportivas de los centros educativos fuera de horario escolar.

Para actuar sobre estas problemáticas y llegar a soluciones reales e inclusivas, se reconoce la necesidad de una movilización colectiva, y la construcción de enlaces más activos y efectivos entre la ciudadanía y la administración, desde una perspectiva integradora que contemple las realidades diversas de las personas que conviven en la ciudad.